El Papa Francisco va a expresar cómo tenemos que actuar para que Dios nos atienda en la oración, pues en esta sentimos la caridad de Dios.
Cómo tenemos que actuar para que Dios nos escuche en nuestra oración de cada día es una pregunta que todos nos hacemos muy a menudo en el fondo de nuestro corazón. Pero la realidad es que no existe garantía alguna en la manera de rezar una oración o en las palabras que utilizamos que nos garanticen que Dios escuche nuestra llamada. Solo con fe, creer en que más que una llamada, Dios es el Padre que ama, que calma y que nunca nos deja. Dios te escucha en tu oración sincera. Cuando te diriges a Él desde la humildad y con la confianza de que tu relación con Él se verá mejorada. Ruega a Dios siempre en la oración, pero ruega con amor y fe, porque Dios siempre quiere ofrecerte lo mejor, pero desea ver en ti una fe consistente.
La oración no es una varita mágica. Esta nos ayuda a conservar la fe en Dios y a confiar en Él incluso cuando no comprendemos su voluntad… No debemos desistir en la oración aunque no sea correspondida»
Papa Francisco
Esto fue un extracto de su mensaje en la Plaza de San Pedro, en una Catequesis de Audiencia General que tuvo lugar el 26 de mayo de 2016. El Papa Francisco siempre persevera en que todos nosotros debemos mantenernos unidos y con una fe eterna en la oración aunque a veces no seamos correspondidos al momento.
Con esta reflexión que viene ahora, el Papa Francisco nos enseña cómo actuar para que Dios nos escuche en la oración.
Papa Francisco: En oración siempre sin desanimarse
La parábola evangélica que apenas hemos escuchado (Cfr. Lucas 18,1-8) contiene una enseñanza importante: «es necesario orar siempre sin desanimarse»
Papa Francisco
Por lo tanto, no se trata de orar algunas veces, cuando tengo ganas. No, Jesús dice que se necesita «orar siempre sin desanimarse».
Papa Francisco
El Papa también pone el famoso ejemplo de la viuda y el juez.
El juez es un personaje poderoso, llamado a emitir sentencias basándose en la Ley de Moisés. Por esto la tradición bíblica exhortaba que los jueces sean personas timoratas de Dios, dignas de fe, imparciales e incorruptibles»
Papa Francisco
Perversos vs. débiles
Nos hará bien escuchar esto también hoy, eh», dijo el Papa. «Al contrario, este juez no temía a Dios ni le importaban los hombres. Era un juez perverso, sin escrúpulos, que no tenía en cuenta a la Ley, pero hacia lo que quería, según sus intereses»
Papa Francisco
A él se dirige una viuda para obtener justicia. Las viudas, junto a los huérfanos y a los extranjeros, eran las categorías más débiles de la sociedad»
Papa Francisco
En aquel tiempo era muy fuerte esto», indicó el Santo Padre. «Ante la indiferencia del juez, la viuda recurre a su única arma: continuar insistentemente en fastidiarlo presentándole su pedido de justicia»
Papa Francisco
Y justamente con esta perseverancia alcanza su objetivo. El juez, de hecho, en cierto momento la compensa, no porque es movido por la misericordia, ni porque la conciencia se lo impone; simplemente admite: Pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme»
Papa Francisco
El Padre siempre hace justicia a los suyos
De esta parábola Jesús saca una doble conclusión: si la viuda ha logrado convencer al juez deshonesto con sus pedidos insistentes, cuanto más Dios, que es Padre bueno y justo, hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche; y además no es hará esperar por mucho tiempo, si no actuará rápidamente»
Papa Francisco
Por esto, Jesús exhorta a orar sin desfallecer. Todos sentimos momentos de cansancio y de desánimo, sobre todo cuando nuestra oración parece ineficaz»
Papa Francisco
Jesús nos asegura: a diferencia del juez injusto, que Dios escucha rápidamente a sus hijos, aunque si esto no significa que lo haga en los tiempos y en los modos que nosotros quisiéramos»
Papa Francisco